Una breve historia de inteligencia artificial en publicidad

En algún lugar de un adormecido suburbio del norte de Londres, un comerciante abrió su periódico de forma ritual.Observando el informe del clima, movió un cubo de paraguas negros hacia el frente de la tienda, justo dentro de la puerta, donde los clientes podían verlos fácilmente si necesitaban un respiro rápido ante la lluvia que se aproximaba. El año es 1861 y un pronóstico del tiempo, publicado por primera vez en el periódico londinense The Times, probablemente haya influido en la compra de uno o dos paraguas.Más de un siglo después, el estadounidense Jule Gregory Charney, considerado el padre de la meteorología moderna, se asoció con sus contrapartes noruegas y estadounidenses en matemáticas, meteorología y programación informática para desarrollar el primer programa computarizado derivado de la predicción del clima. Su enfoque computarizado fue tal vez el primer ejemplo de inteligencia artificial (también conocida como aprendizaje automático) que influye en el comportamiento del consumidor a través del informe meteorológico.Con este análisis predictivo, los comerciantes y anunciantes podrían mover de manera efectiva mercadería asociada con cambios en el clima, desde paraguas simples hasta productos farmacéuticos, ropa, vacaciones y aires acondicionados.En la actualidad, The Weather Company de IBM ofrece predicciones meteorológicas y analíticas procesables para anunciantes con relevancia para miles de empresas, a nivel mundial. A través de la velocidad y agilidad de la publicidad digital, las campañas publicitarias pueden volar y pausar con la precisión de los cambios en el clima … y como sabemos, el clima siempre cambia. Los anuncios de productos de clima frío pueden aparecer cuando las temperaturas locales bajan de los 68 grados, mientras que los anuncios de vacaciones en el Caribe pueden tener como objetivo los días de Nueva York antes de que se aproxime la tormenta de nieve.En los últimos 20 años, la inteligencia artificial ha inundado el mercado publicitario al ayudar a escalar las operaciones a través de la creación programática y de contenido, emulando la conversación humana a través de chatbots y asistentes personales virtuales, y redefiniendo las plataformas de publicidad para comprender la intención del consumidor.

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